El viernes 27 de marzo pasado falleció Jorge Preloran, en Los Angeles, Estados Unidos. La pérdida es sin dudas irreparable. Preloran fue un director de cine único. Sus documentales, trabajos etnográficos de bellísima calidad, son ya parte del cine argentino y latinoamericano en general. Llegó a ser nominado al Oscar de la Academia de Hollywood. Su gran obra, Hermógenes Cayo, sobre la vida de un imaginero de la Puna Jujeña es ya un clásico del documentalismo argentino. Preloran sintió un gran amor por la Puna y la Quebrada de Humahuaca. Además de Hermógenes Cayo, obras como "Medardo Pantoja", dedicada al gran pintor tilcareño; "Señalada en Juella" o "Un tejedor de Tilcara", representan obras únicas y que deben ser rescatadas de cierto olvido. Actualmente se ofrece una muestra de las obras de Hermógenes Cayo, así como la proyección de la película de Preloran, en el Museo José Hernández de la ciudad de Buenos Aires. La sala del museo de la Posta de Hornillos, también debe ser preservada para que su obra continúe. La gran antropóloga Margaret Mead dijo de Preloran: "es uno de las grandes directores independientes que representan a su país y a su pueblo". Tilcara le debe aún su reconocimiento que, lamentablemente, no llegó en vida. Mientras tanto, seguiremos disfrutando de sus obras, incluida "Venganza", su primer corto, un policial negro filmado en el norte del Gran Buenos Aires.
Jorge Preloran, alguien que vivió por su pasión: filmar la vida
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