sábado, diciembre 31, 2005

Cuando Jujuy y Salta pudieron ser Bolivia

Santa Fe, 11 de junio de 1831

Señor Don Juan Manuel de Rosas.

Mi apreciable General y amigo muy distinguido.

Hoy son 15 días que me hallo enfermo y por cuya razón no he escrito a usted antes de ahora con el objeto de saludarlo e instruirle del resultado de algunas conferencias que he tenido con el General Paz: algún tanto restablecido tengo la satisfacción de hacerlo refiriendo a usted lo más substancial y a mi ver importante.

Según el señor Paz, el Coronel Desa no sólo no se sujetará al Jefe Lamadrid, sino que quizá promoverá que no le obedezca el Ejército como General de él, y promoverá también que se le nombre al mismo Desa: asegura el General que Madrid se dirigirá al Tucumán con el objeto de colocarse allí de Gobernador, atacando a López, cuya rivalidad no ha terminado aún: añade Paz que Madrid le ha hablado repetidas veces sobre la necesidad de su colocación en Tucumán, y que éste era su pensamiento que nunca le abandonaba, y cree el General que Madrid tiene muchos elementos para colocarse sobre López. Dice también que Desa y Acha se dirigirán, indudablemente a Catamarca para incorporarse a Alvarado con el objeto de hacerse fuertes en Salta, o incorporarse a Bolivia.

Sobre esto me ha hablado muy extensivamente, y me ha asegurado que hace mucho tiempo trabajaban empeñosamente los Bolivianos para hacer que la Provincia de Salta se les incorpore, separándose de la República Argentina; que para esta importante obra habían nombrado sus comisionados, Don Juan Lemoyne, el cual se hallaba en Jujuy poco antes de haber sido hecho prisionero Paz; que tiene documentos que comprueban este negocio grave y delicado, y que él puede asegurar que aunque en Salta hay mucho espíritu argentino, se ve que los comprometidos agitarán la idea de incorporación. Dice también que según el estado de las relaciones entre Bolivia y el Bajo Perú, la guerra se hacía inevitable entre ambos poderes y que sólo esta circunstancia paralizaría la idea de la segregación.

Paz, al hablar de Madrid, Desa y Plaza, califica al primero de un loco nulo, y a los otros de los hombres más desacreditados que tiene el país.

Nada de nuevo en Entre Ríos. Barrenechea en el Paraná; y según mi opinión no hay invasión de Lavalle, de que si hay es una desorganización tan espantosa y un desquicio tan universal en toda la Provincia que no sé en qué vendrá a parar ese País infortunado.

Le desea toda prosperidad su amigo y compatriota.

Domingo Cullen